martes, 15 de julio de 2008

¿Quedamos esta noche para llorar?

Puede parecer un disparate, pero es posible. También el llanto, como muchas otras modas efímeras de nuestros tiempos, se ha convertido en tendencia y glamur. La primera señal llegó hace un par de temporadas desde Japón, con la apertura del Nanjing Bar. Allí, ejecutivos estresados o personas melancólicas, se juntan para llorar todos juntos.

Una hora de llanto, incluida consumición, cuesta 3€. Servilletas y música melancólica son cortesía de la casa.

No crean que estamos ante una extravagancia oriental: la moda de llorar ha llegado ahora también a Europa. En el Loss Bar, en Londres, los participantes se reúnen el último martes de cada mes para ahogar sus penas en las lágrimas (y pagando una entrada de 19€). "Hay mucha gente triste en el mundo, y nosotros le ofrecemos la posibilidad de llorar en público y hacer amigos entre la gente deprimida", dice el promotor de esta iniciativa. Empezaron hace un año con 30 personas; ahora cuentan con 1.000 clientes.

En EEUU también se llora. Pero se llora más por gusto. Doce millones de visitas en www.cryingwhileeating.com, lo avalan. En esta web podremos ver fotos y videos caseros de gente que llora mientras come. Cada uno de los protagonistas, al colgar su grabación en la red, alega las razones de su tristeza y el menú elegido para celebrar la ocasión.

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